Todos los días, animo a mis compañeros de equipo a ser mejores versiones de ellos mismos que el día anterior.
No suele suceder que una interventora financiera termine siendo directora general, pero Melissa Abbot lo hizo posible. Para ella, eso confirma, sin duda, que una carrera en Skretting es impredecible y fuera de lo común, y esto la hace desafiante y emocionante.
¿Por qué decidió hacer carrera en Skretting?
‘Estaba trabajando como interventora financiera para una gran cadena hotelera, y precisamente no estaba buscando cambiar de empleo, cuando me contactó un reclutador. Quise ser amable así que acepté la invitación. Cuando entré en la oficina de Skretting de Cambridge, Tasmania, lo primero que me llamó la atención fue una frase escrita en la pared que decía "Feeding the Future" (Alimentar el Futuro). Cuanto más preguntaba durante la entrevista más inquietudes me surgían. Me hablaron de ser parte de un movimiento para crear fuentes de alimentación seguras y sostenibles para generaciones futuras, de ser parte de algo mucho más grande que nosotros mismos. Alimentar el futuro es una valiosa razón por la que levantarme cada mañana.’
¿Siempre quiso ser directora?
‘La verdad es que no. Así como tampoco planeaba asumir la función de jefa de cadena de suministro, un puesto que también disfruté mucho durante algunos años. Si trabajas en Skretting es probable que te enfrentes a momentos en apariencia intrascendentes, pero, a la larga, decisivos. Es mejor ser audaz y valiente y aprovechar las oportunidades cuando se presenten. Hace unos años, nuestro director general decidió renunciar y me ofrecieron la oportunidad de tomar el relevo. Me siento honrada y, a la vez, sumamente motivada por tener la oportunidad de dirigir este equipo con miras a alcanzar nuestra meta de ofrecer soluciones digitales y centradas en los establecimientos a los sectores acuícolas de Australia y Nueva Zelanda.’
“Dirigir significa avanzar, pero también detenerse para celebrar lo conseguido.”
¿Cuáles son sus mayores retos como directora general?
‘Por un lado, mis mayores retos como directora general son estratégicos. ¿Cómo ampliamos nuestra capacidad de producción? ¿Cómo mantenemos nuestro liderazgo en el mercado y nuestra reputación como asesor de confianza del cliente? ¿Y cómo alcanzamos nuestras metas digitales? Por otro lado, mi labor gira en torno a mi equipo. ¿Cómo puedo empoderarles, inspirarles y motivarles? ¿Y cómo puedo ayudarles a hacer frente a sus retos diarios? Mis empleados son personas inteligentes, curiosas y generosas que juntas forman un equipo increíble.’
¿Qué se siente al ser una líder de sexo femenino en Skretting?
‘Antes de ser directora general, siempre trabajé para hombres directivos. Así que lo primero que me vino a la mente cuando pensaba en un modelo de liderazgo eficaz fue seguir sus pasos. Pronto descubrí que una forma no auténtica de dirigir no llevaba a ninguna parte. Tenía que ser yo misma para poder crecer, es decir, más vulnerable y abierta. No soy solo una directora ambiciosa sino también hija, esposa y madre. No puedo estar en todos los sitios a la vez. ¿Eso quiere decir que estoy haciendo mal mi trabajo? No, solo estoy siendo más eficiente y equilibrada. En una reunión le comenté a mi equipo directivo que tenía que ejercer de madre y recoger a mis hijos en el colegio todos los lunes por la tarde. Una semana más tarde, uno de mis colegas hombres me dijo que él también tenía que ejercer de padre y llevar a sus hijos al colegio los miércoles por la mañana. Es muy importante saber y reconocer que no estamos solos; somos un equipo y debemos actuar como tal.’
¿Qué tiene de especial ser empleado de Skretting?
‘Ser parte de Skretting es como formar parte de una familia. Algunas personas se quedan dos años, otras veinte. Lo pasamos bien, tenemos mucha libertad y posibilidades infinitas; todo eso nos une. Pero también nos unen las ganas de ser una mejor versión de nosotros mismos cada día y de hacer que Skretting mejore con nuestro aporte. Trabajar en Skretting me motiva, no importa lo que haga’